Con la INTENCIÓN de:
Proponerte prestarle atención a tu cuerpo físico y a tu cuerpo emocional, a lo que le da vida a tu cuerpo y se manifiesta en él con significado sentido, a tu cuerpo vibratorio en su totalidad.
Invitarte a que establezcas una nueva forma de relacionarte con vos mismo, con lo que en tu cuerpo acontece como si fuera un escenario, con tus sensaciones y potencialidades.
Proponerte hacer un espacio para descubrir las posibilidades que brotan de tu saber profundo, y maravillarte al darte cuenta de que lo que necesitas para vivir tu vida de forma cada vez más plena habita únicamente en tu interior.
Invitarte a tomar conciencia de que el tiempo presente te ofrece un tiempo sin tiempo en el que podes re-crearte con el acompañamiento del Enfoque Corporal, el Masaje con Sonidos Armónicos y el Reflex-In.
Para que la pausa adquiera la cualidad de activa es necesario que sea contemplativa y aceptante pues sólo así la pausa se puede tornar expansiva.
La acción y el movimiento surgen de lo que nace en la permanencia en la pausa. Por eso no es una invitación a NO hacer nada, sino a HACER NADA para que lo que nazca de la pausa sea lo que impulse tu proceso interior hacia adelante, haga lugar para algo más… que trae más y más de vos mismo.
Podés contactarte para una entrevista o escribirnos a caminantesenpausa@gmail.com cuando gustes si te interesa recibir más información de la que te presentamos en este sitio.
El Enfoque Corporal, el Masaje con Sonidos Armónicos y el Reflex-In® reconocen que es tu cuerpo el que tiene la llave para ingresar a memorias cuidadosamente guardadas y transformar la energía de tus sombras en energía de desarrollo, crecimiento y evolución dándote a conocer de a poco los pasos que se sienten bien... sin caminar sobre las huellas de nadie... en todo caso sobre las propias en tu alegre camino de regreso a casa.
Enfoque Corporal
Masaje con Sonidos Armónicos
Reflex-In
CAMINANTE… ¿CÓMO QUERÉS DAR TU PRÓXIMO PASO?
Citamos parte de la introducción de un libro de Salvador Moreno López [1] que resume de manera clara lo que nos interesa enfatizar como experiencia de vida en viaje:
“Hay muchas maneras de viajar. Algunos prefieren planear todo hasta el último detalle. Otros simplemente van a la aventura, a recorrer mundo. Para unas es básico saber a dónde van, otras, en cambio, pueden caminar sin saber exactamente a dónde llegarán.
Hay personas que disfrutan mucho de los recorridos, independientemente del lugar al que finalmente quieren llegar. Hay otras, en cambio, que están tan ansiosas por llegar, que el recorrido parece un estorbo, una tardanza eterna que dificulta llegar al lugar esperado.
También encontramos una variedad enorme de combinaciones entre las posibilidades aparentemente opuestas y hasta contradictorias. Podemos hacer un plan general pero no hasta los detalles. O podemos planear detalladamente una parte del recorrido pero no todo. Cabe la posibilidad de establecer al principio un sitio deseado de llegada y luego modificarlo sobre la marcha. Es decir, tenemos la alternativa de considerar nuestro plan como inmodificable, o considerar desde el principio la posibilidad de hacer cambios si hay condiciones nuevas que nos hagan considerar otras opciones que parezcan necesarias o deseables.
Si pensamos que la vida es un viaje, podemos imaginar muchas formas de hacerlo. Puede ser que tengamos un rumbo claro, que andemos o nos sintamos sin rumbo, o bien que nos parezca que llevamos rumbo aunque tal vez no sepamos decir, a ciencia cierta, cuál es.
Hay caminos con corazón y caminos rutinarios que poco a poco van perdiendo su vitalidad. Senderos de vida y senderos sin sentido. Hay recorridos que nos valen la pena, aunque no siempre sean gozosos, y hay otros que nos desgastan y consumen sin un valor aparente.
¿Qué hace entonces que un camino tenga corazón?... ¿Cómo se convierte un camino rutinario en un camino con corazón y viceversa?...
Una alternativa es fijarnos cómo nos sentimos al recorrer ese camino. Pero fijarnos no sólo en los sentimientos, sino en todo lo que sentimos, en nuestro cuerpo. Si te gusta caminar por el bosque, recordarás algunas de esas caminatas y cómo te has sentido en ellas. Más allá del cansancio experimentado después de una larga distancia recorrida, podrás reconocer la satisfacción del paisaje contemplado, de los sonidos escuchados, del sentir correr el viento por entre los árboles y acariciar tu cara; recordarás la sorpresa de ver volar aves multicolores y tu sensación de caminar por parajes donde apenas se mostraban unos cuantos rayos de sol. Tus sensaciones y tus sentimientos te dicen sobre el sentido de tu paseo. Tus sensaciones y sentimientos muestran si te has llenado de vida y energía o si te has sentido desalentado y desanimado con el recorrido.
Que un camino tenga corazón depende de tu interacción con ese camino, en un momento dado y en las circunstancias concretas de tu vida. No es algo que dependa sólo de ti, ni algo que dependa sólo del camino. Por eso, la búsqueda de caminos con corazón y el transitar por senderos de vida es algo eminentemente personal, pero no individual”.
1 Descubriendo mi sabiduría corporal - Salvador Moreno Lopez