"Quien conoce los misterios del sonido, conoce los secretos del universo".
Proverbio Sufi
El trabajo terapéutico con cuencos se ubica en el campo de las terapias vibracionales. En el universo, absolutamente todo vibra, todo está en movimiento constante. Todo es energía con diferentes frecuencias de vibración audibles y no audibles. Como seres humanos integrantes del universo también vibramos, y estamos inmersos en un universo de ritmos simultáneos.
La vibración es una fuente natural de vida. De todos los sentidos, el oído es el que induce con mayor rapidez y eficacia estados cerebrales o de conciencia elevados. La naturaleza nos ofrece maravillosos ejemplos que pueden obrar cambios profundos y rápidos en nuestro interior: el rugir de las olas del mar, el canto de las aves en un bosque, la caída de agua de una cascada, el repiqueteo de una gota de agua que cae en el suelo profundo de una caverna, el rugido de un trueno. Algunos sonidos nos llevan a la paz más profunda, otros nos conducen a estados de ensoñación y otros pueden alterarnos medularmente. No faltan sonidos que nos alegren o entristezcan, o despierten en nosotros otras emociones. Y el motivo es que somos vibración y, como tal, tenemos la capacidad de alterarnos a partir de la audición y percepción de otro sonido o vibración.
El masaje sonoro es una técnica de armonización natural que puede actuar en el plano físico, emocional, mental y espiritual, y que se fundamenta en el principio de la resonancia. Donde hay dos lugares con la misma frecuencia, hay resonancia. Cuando el paso de un avión por el cielo hace vibrar la taza de café que está sobre la mesa, desde una mirada física podemos decir que alguno de los materiales de esos dos elementos tiene la misma frecuencia de vibración y por ende resuenan.
Así, los cuencos producen sonidos armónicos que invitan a la generación de frecuencias armónicas en la persona que está recibiendo el masaje. Es eso mismo lo que sucede cuando se afina un instrumento usando otro que está afinado.
De cualquier forma y para abrir más aún el interés en el tema, vale recordar que el hombre tiene en sí la capacidad de convertirse en su propia fuente de sonidos, armónicos y no tan armónicos, si tenemos en cuenta la palabra y, más aún, todo lo que se pone en funcionamiento de manera previa a su emisión. El pensamiento y la voz son maravillosas herramientas de sanación interior.
Beneficios del masaje con sonidos armónicos: